Tipos de irrigadores dentales

Irrigadores de sobremesa

A estos irrigadores también se les conoce como irrigadores de mesa, destacando por tener un gran tamaño para poder incorporar un depósito de agua (generalmente extraíble).

Al mismo tiempo, cuentan con un dial que permite regular la potencia del chorro, para que pueda adaptarse a las necesidades específicas de las bocas de cada usuario. Algunos modelos incluyen funciones extra, utilizando la tecnología exclusiva de la marca para ofrecer una experiencia de limpieza más completa.

Otra de sus grandes características es que el irrigador va conectado a la estructura por un tubo, lo suficientemente largo para que el usuario pueda maniobrar sin ningún problema o limitación.

Para garantizar su estabilidad, normalmente la base es completamente lisa. En algunos casos, incorporar unas patas fabricadas con un material que no absorbe el agua, mejorando así el agarre a la superficie del lavabo.

Irrigadores inalámbricos

También conocidos como irrigadores portátiles, se tratan de modelos mucho más pequeños que los anteriores, pensados para baños pequeños, personas que pasan tiempo fuera de casa o que, por necesidades especiales, necesiten más libertad de movimiento.

Pese a su pequeño tamaño, no se quedan atrás en potencia con respecto a los modelos de sobremesa, pudiendo alcanzar los 130 psi sin ningún problema. La potencia se regula eligiendo entre uno de los modos disponibles. Otros incluyen lo que se conoce como el modo DIY, que permite ajustar la potencia del chorro poco a poco.

Actualmente, casi todos estos irrigadores incorporan una batería recargable, la cual se puede cargar conectando el irrigador mediante un puerto USB (algunos incluso incluyen su propia estación de carga). Quedan muy pocos modelos que usen pilas. Ofrecen una gran autonomía, necesitando una única recarga al mes.

Algunas marcas venden lo que se conocen como irrigadores manuales; Son modelos portátiles que no cuentan con batería, funcionando al presionar un botón que se encuentra en le mango. Son más simples y económicos, y perfectos para niños o personas con mucha sensibilidad dental.

Irrigadores de viaje

En realidad, los irrigadores de viaje son idénticos a los inalámbricos, con una única diferencia; Son más pequeños.

Es decir: Ofrecen las mismas funciones, y tienen el mismo fin, pero por su tamaño son más cómodos de transportar. Dentro de esta gama se encuentran los que se conocen como irrigadores mini, tan pequeño que caben en el bolsillo.

Los más populares son los irrigadores retráctiles, porque pueden hacerse más pequeños a la hora de guardarlos en la maleta o la mochila. Al usarlos, basta con hacer un poco de fuerza para plegarlos y acceder al depósito.

Normalmente, incluyen una bolsa de viaje para que puedas separarlos del resto de artículos de higiene personal, y así no perder las boquillas o que pueda dañarse durante el trayecto.

Irrigador de grifo

Los modelos más básicos del mercado, ya que no funcionan con batería ni incorporan un motor interno.

Funcionan conectándose al grifo del lavabo, utilizando un filtro que viene incorporado. Algunas marcas incluyen una base para la pared, para poder colocar el mango del irrigador y las boquillas.

Para algunos esto puede ser un inconveniente, ya que necesitan estar conectados al grifo para funcionar, pero al mismo tiempo es una gran ventaja pues no debes estar pendiente de la cantidad de agua que queda en el depósito.

Como gran contra, no se puede regular la potencia del chorro. Esto en sí no es malo, ya que lo pueden usar cualquier tipo de persona y la potencia es más que suficiente para eliminar la placa, retirar restos de comida, limpiar implantes o un aparato.