El cepillo de dientes es nuestro principal aliado en el cuidado de nuestra boca, por lo que es importante que esté en óptimas condiciones para garantizarnos una correcta higiene dental.
Pero, ¿cada cuánto hay que cambiarlo? ¿Existe alguna forma de alargar su vida útil?
Cambiar el cepillo de dientes: ¿Cada cuánto tiempo?
La vida útil de un cepillo de dientes es más o menos de 12 semanas, es decir, tres meses. Sin embargo, es una cifra aproximada, ya que hay varios factores que pueden influir:
- La forma en la que te cepillas los dientes: Cada persona utiliza su propio ritmo durante el cepillado. Por ejemplo, hay quien lo hace más vigorosamente, lo que provoca que las cerdas se deformen antes.
- Frecuencia del cepillado de los dientes: Si bien la recomendación es lavarse los dientes tras cada comida, puede que solo lo haga una vez al día o cinco. Según la frecuencia, las cerdas se desgastarán antes.
- Tipo de cerdas: Según la dureza de las cerdas, estas tardarán más o menos en desgastarse.
- Calidad del cepillo: La calidad es importante, así como su mantenimiento. Limpialo correctamente, asegurándote que no queden restos de pasta en las cerdas ni se forme suciedad en la parte posterior.
Este tiempo estimativo también se aplica a los cepillos de dientes eléctricos. La ventaja es que la mayoría utilizan cabezales, por lo que solo deberás sustituirlo y no será necesario comprar otro.
Tips para evitar la contaminación del cepillo
Estos trucos que indicaremos a continuación ayudarán a mantener el cepillo limpio y alargar un poco más su vida útil. Sin embargo, no olvides lo que hemos mencionado anteriormente: Tú forma de lavarte los dientes también influirá en su durabilidad.
- Tras haber terminado de cepillarnos los dientes hay que enjuagarlo con agua bajo el grifo con cuidado. Para eliminar la mayor cantidad de agua posible de las cerdas, sacude bien el cepillo. Si se acumula mucha agua, afectará a la dureza de las cerdas y podrían formarse hongos.
- Después de enjuagarlo no le pongas el capuchón inmediatamente. Espera a que se quede, ya que al estar cubierto se crea un ambiente húmedo que favorece la proliferación de bacterias. Para que se seque antes ponlo en posición vertical.
- Hay que evitar que los cepillos de dientes de la familia se toquen entre sí. Algo sencillo, ya que solo tienes que usar un vaso con orificios para colocarlos. ¿Por qué no se pueden tocar? Para evitar la contaminación.
- Evitar a toda costa compartir cepillo de dientes; Parece obvio, ¿verdad? Pero a veces nos descuidamos y acabamos agarrando el de otra persona.
¿Qué pasa si no sustituyo mi cepillo de dientes?
Hay que estar muy atento al estado del cepillo y cambiarlo cuando veamos que esté en malas condiciones, puesto que:
- Las cerdas desviadas y gastadas dañan el esmalte de las piezas dentales. También pueden dañar otras partes de la boca, como las encías o la lengua.
- Al no realizar correctamente la limpieza, contribuye al desarrollo de placa, sarro y caries.
- Un cepillo de dientes desgastado acumula bacterias de forma natural por el uso y la humedad.
- Puede resultar molesto durante el cepillado, porque las cerdas no estarán en buenas condiciones y no cumplirán su función.
Recuerda: Los tres meses es un plazo orientativo. En cuánto veas que las cerdas están dobladas o empieces a sentir molestia al cepillarte, cámbialo de inmediato.
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